Libro Trabaja primero, juega después

¿El conserje de la escuela también les dice a los profesores que se cambien de zapatos y no corran por el pasillo, aunque toca la batería con una chaqueta de cuero en la banda Veszett szélek? ¿Apenas se oye a la cartero tras la ventana, pero canta tanto en la ducha que sus canciones se oyen desde los lavabos de los vecinos? ¿Al guardia de seguridad, que controla a todos los borrachos del distrito, le encantan las chinchillas?

¡No hay nada de sorprendente en esto! No son los únicos a quienes no les gusta su trabajo o se aburren con él. Si bien podemos cambiar libremente de aficiones, la situación laboral no es tan sencilla. Así que, al terminar la jornada laboral, muchos se despojan de sus roles y uniformes y, de repente, se transforman en ellos mismos. Adivina, investiga quién es quién, tanto en el libro como en la calle. ¡Que no te engañe la primera impresión!